Todos los secretos sobre la ansiedad por comer: ¿qué la causa? ¿cómo detectarla?
El trastorno de ansiedad, puede generar algunos síntomas un poco extraños y, de cierta manera, difíciles de comprender, debido a que, a simple vista, no parece haber una relación directa con los efectos comunes que produce el problema y estos síntomas.
Uno de esos síntomas es la ansiedad por comer, un aspecto llamativo y, en algunos casos peligroso, que, de no prestarle atención, puede hacerte desarrollar un problema alimenticio o aumentar significativamente tu peso sin siquiera darte cuenta.
Por ello, para que logres comprenderla un poco mejor, el día de hoy te estaré hablando de la relación entre hambre y ansiedad, incluyendo temas como los tipos de ansiedad por la comida, cuáles son sus causas y cómo saber si tus ganas de comer son realmente por ansiedad.
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Índice de contenidos📚:
- Ansiedad – comida: ¿Comes por ansiedad o tienes ansiedad por degustar?
- ¿Qué causa la ansiedad por comer?
- ¿Cómo diferenciar el hambre de la ansiedad de comer?
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Ansiedad – comida: ¿Comes por ansiedad o tienes ansiedad por degustar?
Para lograr comprender a ciencia cierta qué es la esta clase tan particular de ansiedad, hay que aclarar que la misma se divide en dos tipos diferentes, que, aunque tienen mucho en común, en esencia no son para nada iguales.
No es lo mismo sentir ansiedad por degustar algo, que comer a causa de la ansiedad, siendo ambos elementos considerados como parte fundamental de la relación de ansiedad comida.
En ambos, ocurre algo similar, y es que se definen como el hecho de comer o recurrir a los alimentos como una manera de lograr una gestión o responder a las crisis de ansiedad, dependiendo del caso. Pero, más allá de eso, se pueden definir de la siguiente forma:
Ansiedad por la comida
Esta clase de ansiedad relacionada a la alimentación, es la que padecen personas con problemas o desórdenes alimenticios. En ella, se produce una obsesión ya sea por no comer o por comer de más, lo que genera una sensación de nerviosismo, estrés y ansiedad cuando no se siguen los lineamientos pautados, los cuales son muchas veces irreales.
Cuando la padeces, puedes ya haber consumido una porción adecuada de alimentos pero aun así sentir que te hace falta más y solo pensar en seguir alimentándote con la simple excusa de “porque siento ansiedad por comer”.
O por el contrario, aunque tu cuerpo sienta la necesidad de degustar para cubrir tus necesidades energéticas, tu mente se resiste por la idea de que habrán consecuencias, y empieza a darte señales de “no debo hacerlo”, siendo este el origen de las dietas excesivas y la anorexia.
Comer a causa de la ansiedad
La otra cara de esta moneda, es la clase de ansiedad más relacionada a los propios trastornos de comportamiento. En ella, se siente la necesidad de comer por ansiedad y depresión, y se tiene la falsa idea de que ingerir una gran cantidad de comida, disminuye el padecimiento que se está teniendo.
Este síntoma de la ansiedad, es considerado bastante peligroso, ya que, puede terminar ocasionando la aparición de una necesidad mayor por la comida y a la larga, incluso, padecimientos de obesidad.
¿Qué causa la ansiedad por comer?
La ansiedad alimentaria, en cualquiera de sus variaciones, es un problema de salud que puede afectar a cualquier persona y del cual existen muchas razones.
Para entender mejor lo que ocurre cuando se padece este tipo de trastornos, es indispensable hacerse la pregunta sobre la ansiedad por comer causas, ya que, solo así podrás saber cuándo existe un signo de alarma y apoyarte de medidas preventivas que reduzcan la probabilidad de que algo momentáneo se transforme en un problema real.
Entre estas causas o motivos, tenemos los siguientes:
Una mala gestión emocional
Si no sabes regular tus emociones, no debes extrañarte de que tu cerebro y cuerpo busquen formas de drenar la presión y, una de ellas, es el consumo desmesurado de alimentos, ya que, desde siempre, se ha demostrado que existe una relación muy cercana entre las emociones y las ansias por comer.
Ver la comida como fuente de placer
Una buena comida definitivamente da a la mente un momento de alto placer, ya que, se siente complacida y nota como las necesidades del cuerpo se suplen de una forma exquisita. El problema está cuando comienzas a obsesionarte con dicho placer y a creer que es el único verdaderamente válido. Esto a la larga, termina generando la falsa idea de que, para tu mente, si no estás comiendo no existe motivo para ser feliz.
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Problemas de autoestima
Tener la autoestima baja, hace que la mente comience a buscar aceptación de fuentes más simples, como los platillos dulces o salados, dando pie a lo que se conoce como hambre emocional. Y es que, cuando se padece de este problema, se tiene la creencia que las comidas en exceso llenan el vacío que genera la falta de confianza o de contacto con otras personas.
Autocontrol en exceso
Así como es muy malo comer demasiado, evitar alimentarte también es un grave problema y, como sabes, la relación de ansiedad comida también incluye desordenes de este tipo. Si empiezas a tener un control excesivo de lo que consumes, el aporte calórico, los horarios y demás por miedo a subir de peso, tu mente comienza a distorsionarse y, sin intención, puedes terminar llevando esta obsesión más lejos de lo que deberías.
¿Cómo diferenciar el hambre de la ansiedad de comer?
Cuando eres consciente que padeces problemas de ansiedad y esta repercute en tu dieta, es normal comenzar a cuestionar cuándo tu cuerpo te está pidiendo comida porque la requiere y cuándo, por el contrario, se trata de un impulso relacionado a la depresión o ansiedad.
Saberlo, no es tan complicado como puedes creer y no requiere mucha práctica. Para comenzar, puedes apoyarte de tu teléfono o un diario, así como de tus seres queridos y las personas con quienes vives o trabajas.
Al momento de comer, verifica la hora y qué tan diferente es tu plato del de los que te acompañan, si tienen la misma cantidad y proporción. Luego, más tarde, cuando vuelvas a sentir ganas de comer, hazte algunas preguntas al respecto, como ¿Realmente mi cuerpo requiere más alimento? ¿Si no como en este momento sentiré ansiedad? ¿Las otras personas también sienten hambre?
Dependiendo de las respuestas, podrás saber si se trata de ansiedad de comer o, si, por el contrario, es hambre de verdad.
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