Usos que no conocías de la vitamina D: depresión, ansiedad y otros trastornos emocionales
Una de las vitaminas más sencillas de obtener, que se puede conseguir ya sea a través de ciertos alimentos o simplemente con algo de exposición al sol, incluso en las horas menos calurosas, se ha vuelto un elemento bastante recomendado en pacientes que presentan trastornos emocionales.
Es cada vez más frecuente que personas del común recomienden a quienes tienen depresión o se encuentran decaídos exponerse al sol o consumir sustancias cargadas de Vitamina D. Pero, en realidad, ¿es algo realmente efectivo o solo se trata de un engaño que no trae nada a favor?
Para despejar esta duda, en este artículo te estaré hablando de varios puntos de la relación entre vitamina D y depresión, incluyendo el por qué esta tendencia es tan común, si la deficiencia de esta sustancia influye en tu comportamiento y si su consumo en este caso es o no algo probado.
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Índice de contenidos📚:
- ¿Por qué es tan común hablar de la relación entre vitamina D y trastorno depresivo?
- ¿Existe una relación entre vitamina D y depresión?
- Vitamina D y depresión emocional: ¿La ingesta de esta sustancia ayuda realmente a reducir los problemas emocionales?
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¿Por qué es tan común hablar de la relación entre vitamina D y trastorno depresivo?
Hasta hace algunos años, no se tenía en consideración el uso de esta vitamina en pacientes que presentan trastornos como la depresión, ansiedad y similares, sino que su aplicación se limitaba a medidas más probadas. Pero de repente, el método de utilizar esta vitamina comenzó a popularizarse hasta volverse una recomendación prácticamente de dominio público.
La razón de ello es bastante simple y se debe a dos elementos principales, el primero es la aparente efectividad que demuestra, ya que miles de personas han expresado como, tras un poco de sol o un viaje a la playa, su actitud respecto a la depresión comenzó a cambiar, hecho que fue atribuido directamente a la vitamina D. Y, en segundo lugar, la gran popularidad mediática que se le empezó a dar al uso de vitamina D como antidepresivo. Y es que, de repente, medios de comunicación de todo tipo empezaron a hacer énfasis en los estudios que se han llevado a cabo, al punto de asegurar directamente y sin exponer los resultados de los mismos que en realidad la vitamina D es uno de los más grandes aliados que tenemos para combatir los problemas emocionales.
Esta cobertura, no se limitó a la depresión, sino que también se vieron incluidos trastornos como la ansiedad, la cual acompaña a la antes mencionada en la cima de problemas emocionales más frecuentes.
¿Existe una relación entre vitamina D y depresión?
Considerada como una de las vitaminas más esenciales para la vida humana, la vitamina D está presente en nuestra vida desde que nacemos. De ella dependen varias funciones importantes, ya que está relacionada con los niveles de calcio y fósforo, necesarios para el crecimiento y fortalecimiento de nuestros huesos, entre otras cosas.
Pero su acción no se limita a esta zona, se ha logrado documentar que existe una marcada presencia de receptores de vitamina D en tu cerebro, los cuales tienen la labor de desempeñar funciones relacionadas en tus labores neuroendocrinas. Dicho de otra manera, esta sustancia tiene cierta influencia en la manera como tu cerebro procesa el crecimiento y comunicación entre las células y la actividad neuronal en general.
Su deficiencia, puede alterar tus funciones mentales e influir en la producción de serotonina, haciéndola menor a la necesaria y generando, de esta manera, una influencia sobre la depresión.
¿La falta de vitamina D causa depresión?
Con lo dicho anteriormente, puede surgir la idea de que la falta de vitamina D y su significado emocional está directamente relacionada con la aparición de la depresión o la ansiedad. Pero en realidad no es así, la deficiencia vitamínica puede ayudar a empeorar un poco los síntomas, pero jamás será por sí sola una causa de problemas emocionales.
Lo que sí debes considerar es que, si tienes depresión o ansiedad, es probable que estés limitando tus salidas al exterior y, por ende, hayas comenzado a desarrollar una deficiencia de esta sustancia en tu organismo, por lo que debes prestar atención y tomar las medidas necesarias.
Vitamina D y depresión emocional: ¿La ingesta de esta sustancia ayuda realmente a reducir los problemas emocionales?
Si bien se ha vuelto una práctica común y hay quienes aseguran conseguir resultados increíbles, la verdad es que los estudios sobre la relación entre vitamina D y depresión emocional no son tan concluyentes como se esperaría.
Se ha demostrado que en realidad no existe una relación tan directa entre la ingesta de vitamina D y la presencia de trastornos depresivos, por lo que no es correcto asegurar que tomar el sol o ingerir alimentos que la contengan puede ayudarte a curar y reducir los síntomas de la depresión o cualquier otro trastorno emocional.
Lo que sí es real es que un poco de sol sirve para reducir las probabilidades de que el trastorno empeore y además trae otros beneficios que también se pueden aprovechar en el caso de que busques entender la relación de vitamina D y trastorno depresivo, incluyendo los siguientes:
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Mejora tu estado anímico
El exponerse al sol en parques, playas o simplemente salir a caminar bajo sus rayos ayuda a mejorar el estado de ánimo, ya que nuestro cuerpo comienza a sentirse más vivo. El efecto que esto genera, da la sensación de mejoría en cuanto a la depresión, por lo que puede ser usado como un complemento a tu tratamiento.
Te hace pensar en otras cosas⬅
Otro gran beneficio de exponerte más a menudo al sol cuando tienes depresión, es que en los entornos donde se suele hacer, por costumbre también pones en práctica otras actividades, que te ayudan a despejar la mente y descansar un poco de los pensamientos intrusivos que trae el trastorno depresivo o la ansiedad.
Ayuda a producir sustancias esenciales⬅
La falta de vitamina D y ansiedad o depresión influye de manera negativa en tus niveles de serotonina, pero hay quienes aseguran que estar bajo el sol ayuda a fomentar la producción especifica de la misma y, por ende, a apoyar de manera positiva a tu tratamiento de forma indirecta.
Todo lo que sume a nuestro bienestar emocional, aunque sea un poquito, ¡es bienvenido!