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Todo lo que debes saber sobre la autorregulación emocional

La autorregulación, es un proceso natural que te ayuda a mantenerte enfocado y lograr avanzar hacia el progreso en diferentes áreas, incluyendo el ámbito personal y social. Se le considera un aspecto clave de la vida, pero algo que muchos no saben es que la misma tiene distintas clasificaciones.

Una de ellas es la llamada autorregulación emocional, un aspecto muy relacionado a la inteligencia sentimental y del que todos deberíamos ser bastante conscientes, pero del que lamentablemente no se suele tener la información necesaria.

De ella te estaré hablando en el tema de hoy, donde conocerás todos los aspectos relevantes para que entiendas como funciona, comenzando por el qué es, cuáles son sus fases y componentes, así como qué factores externos conlleva.😉

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Índice de contenidos📚:

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¿A qué se le conoce como autorregulación sentimental?

Para entender lo que es la autorregulación específicamente en la rama de tus emociones, lo primero que debes hacer es comprender en realidad de qué se trata la autorregulación de una manera más general, dicho en otras palabras, el propio concepto de la idea.

En sí, la autorregulación es la capacidad de controlar, medir y gestionar algunos aspectos propios de ti mismo, como los pensamientos, acciones o incluso las emociones. Esto a través de técnicas y estrategias tanto aprendidas por terceros, como desarrolladas por tu propia personalidad, experiencias y vivencias.

Cuando se habla específicamente de la autorregulación de sentimientos, nos estamos refiriendo a este tipo de regulación o control antes descrito pero enfocado específicamente hacia el área emocional. En ella, se aprende a mantener una mejor capacidad al momento de responder a las demandas externas que se muestran de forma continua, para permitir un mejor desarrollo y desenvolvimiento a nivel social.

Con ella, se aprende a conocer las emociones y experimentarlas de forma más controlada y, como su nombre lo indica, regularlas, para lograr expresarlas con más moderación y un nivel aceptable de flexibilidad.

Esto te permite ser mucho más consciente de todas tus emociones (tanto positivas como negativas) y expresarlas de una forma mucho más adecuada y adaptada tanto a tu propia personalidad como al entorno en el que te encuentras y los parámetros esperados en la sociedad.

Fases y componentes de la autorregulación emocional

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Un aspecto clave que caracteriza a esta autorregulación es que se compone por distintas fases, que incluyen cada una algunos componentes en particular. Conocerlos, es necesario para aprender a gestionar este aspecto tan importante de una manera mucho más inteligente, ya que, con ellos, logras determinar en qué etapa del proceso regulatorio te encuentras y así saber qué esperar al respecto.

Fases

En total, el proceso de autorregulación de sentimientos se compone por tres fases, las cuales están presentes en cualquier trabajo de regulación de emociones.

La primera de ellas es la planificación, en la que se lleva a cabo un análisis consciente o inconsciente de la situación y, según el ambiente, se procede a crear un plan que implica establecer objetivos, organizarlos y programar el qué hacer en base a ellos.

La segunda es la fase de ejecución, en ella, tú y tu mente ponen en práctica lo que has logrado planificar en el punto anterior.

La tercera y última es la autorreflexión, esta fase, se compone de la evaluación de los resultados que has obtenido durante el proceso de regulación, y llegas a la conclusión de si la técnica aplicada ha rendido frutos. Esta fase es de suma importancia, ya que entre las características de la autorregulación sentimental se encuentra el hecho de que va mejorando con la práctica.

Componentes

El proceso de autorregulación de los sentimientos y emociones se compone por tres fases diferentes, pero en ellas también hay elementos y habilidades que las hacen funcionales y que forman parte de la propia autorregulación. Entre ellos, se encuentran:

    • Metacognición
    • Autoconocimiento
    • Autocontrol
    • Automonitorización
    • Autoeficacia
    • Automotivación
    • Flexibilidad mental
    • Inhibición conductual
    • Autoevaluación

Factores externos de la autorregulación de emociones

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La autorregulación emocional se expresa de distintas formas y posee múltiples consecuencias, pero, sin duda alguna, las más notorias y que resultan más importante de entender son las que implican a sus factores externos, los cuales destacan como la manera en la que nuestra mente funciona en relación a este aspecto y cómo logra influir de manera significativa en el comportamiento y actitud.

De este grupo, cabe mencionar que existen diferentes elementos, pero, para comenzar a entender bien qué es y cuál es la gran importancia que posee esta clase de regulación, basta con conocer solo algunos de los más importantes, entre los que se encuentran los siguientes:

Adaptación social

La autorregulación de las emociones ayuda a lograr una mejor adaptación a la sociedad, ya que, a través de ella, como individuo, alcanzas un manejo más complejo de tus sentimientos y la capacidad de lidiar con ellos sin permitir que te sobrepasen. Gracias a ello, sabes desenvolverte en distintos ambientes evitando generar conflictos o malos ratos.

Tolerancia a la frustración

Otro factor resaltante de la autorregulación de las emociones es que, a través de ellas y después de cierta práctica, puedes aprender a tolerar de una mejor forma la frustración en todos sus niveles y mantenerte enfocado y con buena actitud a pesar de que estés bajo mucha presión, algo importante en entornos académicos, sociales y principalmente en el ámbito laboral.

Aprendizaje

Este factor externo puede que sea el más importante de todos, ya que, como te indiqué más arriba, una característica que define a la autorregulación de sentimientos es el hecho de que va mejorando según más la pones en práctica, lo que implica un constante proceso de aprendizaje generalizado.

Carácter

Por último, no podemos dejar de mencionar el factor externo referente a tu carácter y comportamiento general. Este punto clave se refiere a la capacidad de entender mucho mejor el proceso emocional desde la formación de una emoción o sentimiento hasta que termina, lo que te da la oportunidad de trabajar en la manera en la que esta influye en el carácter y actitud que presentas.

Interesante, ¿verdad?

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