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Descubre qué es la depresión reactiva y cómo puedes reconocerla

Tener un trastorno del estado de ánimo como lo es la depresión es, sin duda alguna, un asunto que requiere ser tomado en serio. Una vez que entiendes que lo padeces, debes casi de manera obligatoria comenzar a tomar las medidas necesarias para remediar la situación.

El problema es que, muchas veces, quienes presentan trastornos depresivos viven sin tener en claro qué es lo que pasa en sus vidas, ya que no poseen el conocimiento necesario para identificar las señales de alarma que los llevan a buscar una opinión profesional.

Si has llegado hasta aquí, seguramente se debe a que quieres conocer un poco más sobre la llamada depresión reactiva. Por eso, para solventar tus dudas, te explico qué clase de trastorno es, sus síntomas más relevantes y qué tratamiento se recomienda para tratarla.

 

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Índice de contenidos📚

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Aprende de qué se trata padecer de un cuadro depresivo reactivo

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Normalmente, cuando se habla de qué es la depresión, la definición que solemos aplicar es siempre igual: se trata de un trastorno del estado anímico en el que, por una u otra razón, el paciente empieza a desarrollar síntomas de tristeza descontrolada, ansiedad y demás aspectos que afectan su estado emocional y su comportamiento, al punto de traer una gran influencia en la manera en cómo se desenvuelve en su entorno.

Aunque en general ese concepto está bastante bien estructurado, todos sabemos que la depresión es un problema de muchas caras, que se divide en distintos grupos y categorías, incluyendo a la depresión de clase reactiva.

En sí, este tipo de trastorno, se refiere a la presencia de un episodio depresivo en el que sí se logra conocer las causas, ya que estas son bastante obvias para el paciente.

¿Por qué aparece este tipo de depresión?

Puedes desarrollar un trastorno depresivo reactivo por una muy larga de razones, que varían dependiendo de tu estilo de vida, entorno, costumbres e incluso de tu propia personalidad, ya que no todas las personas tienen la misma capacidad de reaccionar ante los mismos problemas.

Entre los detonantes más frecuentes se encuentran los problemas y situaciones personales como la muerte de un familiar o ser querido, la aparición de dificultades económicas, la perdida de tu trabajo, el estrés académico o laboral, las rupturas amorosas o la presencia de enfermedades crónicas tanto propias como de un ser amado.

¿Cuándo aparece?

Algo que caracteriza a esta clase de depresión es que una persona que padece de trastorno depresivo de tipo reactivo no necesariamente va a desarrollar el problema emocional justo en el momento que sucede el detonante, sino que podría ocurrir incluso varios meses después. Y, en estos casos, se podría decir que la llegada de la depresión se debe es a que el proceso de sanación no se ha cumplido correctamente.

Por ejemplo, si has terminado una relación sentimental, comúnmente vas a llevar un tiempo de duelo y, tras ello, podrás volver a considerar compartir con una nueva pareja. Si este paso no se completa, es posible que incluso hasta 6 meses después de lo ocurrido empieces a tener síntomas marcados de depresión.

¿Cómo se siente tener depresión reactiva?

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Aunque se trata de una clase totalmente independiente de depresión, un cuadro depresivo reactivo, por lo general, tiene síntomas bastante parecidos a los de cualquier otro tipo de trastorno similar, con la única diferencia de que, en este caso, como ya te explicaba antes, eres totalmente consciente de la causa del problema.

Si bien los síntomas no pueden ser una guía para definir qué clase de depresión posees, sí son un indicativo de que algo está pasando en tu mente y está ocasionando un problema emocional. Por ello, si tras leer los siguientes síntomas te sientes identificado con al menos 4 de ellos, debes empezar a pensar que es momento de considerar la visita a un especialista:

  • Tristeza constante
  • Incapacidad de disfrutar de las cosas que antes te hacían feliz
  • Sensación de cansancio sin una razón clara
  • Fatiga
  • Rechazo a ver a tus amigos o seres queridos
  • Una marcada dificultad para concentrarte que limita tu desempeño académico o laboral
  • Problemas para dormir, ya sea hipersomnia o insomnio
  • Visión negativa tanto del presente como del futuro
  • Desesperanza
  • Ansiedad
  • Conducta irritable
  • Nerviosismo
  • Actitud desafiante ante la autoridad (principalmente en niños y jóvenes)
  • Movimientos agitados
  • Dolores corporales (estómago, cabeza, extremidades, pecho)

¿Qué hacer si descubres que tienes un trastorno depresivo reactivo?

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Si te has sentido identificado con los síntomas que te he mencionado más arriba y reconoces la razón que te ha llevado a ello, es muy probable que en realidad sí estés enfrentando un caso de depresión reactiva, y debas comenzar a tomar en cuenta la opción de una solución.

Debes saber que ignorar el trastorno o no buscar resolver este problema motivado por la idea de que con el tiempo se va a curar, traerá serias repercusiones a mediano y largo plazo, comenzando por los problemas directos en tu vida, como por ejemplo la pérdida de empleo o diminución del rendimiento académico.

Con el tiempo, los síntomas se harán más intensos e incluso llevaría a aumentar el riego de presentar complicaciones que podrían incluir más probabilidades de tener enfermedades como problemas del corazón o incluso la llegada de pensamientos suicidas.

Para que esto no suceda, intenta poner en práctica algunas soluciones, como por ejemplo:

Técnicas de meditación

La meditación siempre resulta efectiva para aliviar la ansiedad y la depresión, ya que te permite analizar los síntomas y buscar la forma de mantenerte en calma.

Apoyo emocional externo

Hablar con tus familiares o amigos sobre las causas del problema hasta lograr superar tu rechazo a la superación puede reducir la depresión, debido a que, así, puedes acabar con el detonante que te hace sentir tan mal.

El Reenfoque Esencial

La solución más recomendada para casos de depresión emocional reactiva es el Reenfoque Esencial, y es que, en este proceso, la idea es justamente atacar el problema desde la raíz, lo que es más fácil si ya las conoces.

Si bien la depresión de tipo reactiva es bastante complicada, ¡si la atacas desde la raíz seguro vas a poder acabar con ella!