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Depresión y cama: ¿Qué hacer cuando la tristeza no te deja levantarte?

Se calcula que en el mundo existen un poco más de 300 millones de personas que padecen de trastornos depresivos, cifra que suma a los que poseen un diagnóstico médico con aquellos que nunca se han tomado la tarea de buscar ayuda para identificar qué es lo que están padeciendo.

De estas más de 300 millones, una buena parte se puede considerar como pacientes discapacitados, ya que se ha comprobado que la presencia de esta enfermedad es tan limitativa que impide a quien la tiene desenvolverse en todas sus actividades cotidianas con normalidad.

Una de ellas es la relación entre depresión y cama, cuando estás tan mal que siquiera puedes levantarte. Si te sientes así, aquí conocerás algunas cosas importantes como qué es este problema, por qué da, cómo detectarlo, a qué se relaciona y cómo contrarrestar este impulso.

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Índice de contenidos📚

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Clinofilia: un deseo compulsivo muy asociado a la depresión

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Para la mayoría de las personas, es muy normal que de vez en cuando aparezca una fuerte sensación de no querer levantarse o salir de la cama en las mañanas, principalmente porque el día anterior o incluso por varios días has estado sometido a un fuerte nivel de actividad que te ha llegado a cansar más de lo que esperabas.

Esta actitud es bastante normal y parte de las señales del cuerpo consideradas como mecanismo de defensa, ya que las mismas tienen una intención clara, te indican que estás a punto de entrar en un estado de agotamiento tanto físico como mental.

Pero, para algunas personas, la sensación es bastante cotidiana y se presenta incluso cuando no existe ninguna razón para sentirse agotado, al punto de que deben convivir con ella constantemente. Si este es tu caso, déjame decirte que se trata de un padecimiento identificado por los especialistas en salud que recibe el nombre de Clinofilia.

Entender este trastorno no es nada complicado, ya que su explicación no va más allá del mencionado deseo compulsivo que te impide levantarte en las mañanas sin importar que estés o no cansado o sin tener en cuenta se debes o no realizar actividades importantes en tu día. Y aunque en sí no está directamente relacionado con algo, sí se le considera un síntoma bastante frecuente de la depresión intensa.

¿Por qué aparece la clinomanía?

Un problema como la incapacidad de salir del lugar donde duermes suena bastante extraño. Por lo que una vez que descubres su existencia, es normal empezar a cuestionar a qué está realmente asociada.

Como te explicaba en el punto anterior, este problema que resulta tanto físico como psicológico, no está directamente relacionado con algo en específico, aunque sí se asocia a trastornos varios, incluyendo a la depresión, al menos en la mayoría de los casos.

Esto quiere decir que, en algunos casos, puedes desarrollar problemas para levantarte y un fuerte apego a permanecer acostado en tu cama prácticamente de la nada, razón por la cual se le considera un padecimiento independiente.

Pero aunque esto aplique en ciertas situaciones, la verdad es que en la gran mayoría de los casos quienes constantemente deben enfrentar pensamientos como la idea de “no tengo ganas de levantarme de la cama” realmente sí poseen una causa asociada que es la que los está llevando hasta el punto de perder el ánimo e interés por salir de la cama.

Por lo general, la causa más marcada y la primera que los médicos suelen considerar como alternativa o detonante es el trastorno depresivo, un padecimiento que afecta a un porcentaje importante de la población y cuyas cifras van en constante aumento.

¿A qué se debe esto?

La razón del por qué la depresión está ligada a la idea de no levantarse es el hecho de que este trastorno asociado a la conducta es considerado como un elemento limitativo, que más allá de presentar síntomas psicológicos como la tristeza, también se expresa en un nivel más físico.

Entre los síntomas más comunes des trastorno depresivo, principalmente en los más intensos, se encuentran sensaciones como el malestar, pérdida de energía, desinterés por las actividades tanto cotidianas como aquellas que más te gustan, dolores de cabeza, náuseas y ganas de permanecer en soledad o incluso aislarse, las cuales llevan en un grado superior a la presencia de pensamientos autodestructivos, como el interés por las drogas o los pensamientos de autolesión o suicidio.

Como te imaginarás, tener que lidiar con todo esto no es nada fácil para el paciente, lo que puede llevarte a desarrollar un fuerte instinto de huida, caso en el que aplica el desinterés por levantarte en las mañanas.

Y es que, a nivel psicológico, empiezas a generar ideas que te hacen pensar que, si no te levantas, no vas a tener que luchar contra los síntomas antes mencionados, por lo que, en general, empiezas a considerar que en tu cama vas a estar mucho mejor. Si a esto le sumas el propio desinterés y cansancio que te ha traído la depresión, la respuesta es clara, vas a querer permanecer acostado la mayor cantidad de tiempo posible, entrando así en estado de clinomanía.

¿Cómo identificar cuando la idea de no querer salir de la cama es un problema real?

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Si tienes en cuenta que la idea de no querer salir de la cama de vez en cuando es natural de la conducta humana, no se puede considerar este simple aspecto como una señal clara de que padeces algún problema asociado a tu capacidad de levantarte en las mañanas, ya que puede que simplemente estés cansado o seas alguien perezoso.

Para identificar si de verdad es un problema, hay que prestar atención a otras cosas, e incluso hacer un análisis clínico dado por un especialista, el cual es recomendado en el caso de que presentes los siguientes síntomas:

  • Tu tiempo de ocio va enfocado a la idea de estar acotado en tu cama
  • Sensación de tristeza o ánimo decaído cuando debes levantarte, y por el contrario emoción y alegría en las situaciones en las que puedas seguir acostado
  • Pensamientos obsesivos relacionados a la idea de volverte a acostar
  • Sensación de que no tienes fuerza de voluntad cuando se trata de levantarte en las mañanas
  • Presencia de otros síntomas relacionados a la depresión o cualquier otro padecimiento de los mencionados en el siguiente punto de este tema

No tengo depresión, pero aun así no quiero levantarme de la cama, ¿cuáles pueden ser las razones?

Si bien la depresión es la causa más reconocida, no es la única razón por la que alguien podría tener un problema así, por lo que si estás en un caso en el que todos los días tienes que lidiar con pensamientos como “no quiero levantarme de la cama” pero ya has comprobado que no se trata de dicho problema emocional, es momento de tener en cuenta las otras razones.

Entre los motivos principales, podemos encontrar varias categorías, incluyendo:

Trastornos

Problemas como el trastorno bipolar, el estrés postraumático, el trastorno de personalidad o padecer de estrés psicosocial son considerados como causantes marcados de problemas para salir de la cama.

Psicopatologías

Los pacientes que presentan problemas como la abulia o la alogia, comunes en quienes tienen deterioro cognitivo o distintas psicopatologías también son considerados como personas de alto riesgo.

Diagnósticos crónicos

Tener enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes o el VIH trae una gran carga emocional que en ciertas personas se traduce en un riesgo a desarrollar un fuerte apego a estar en cama.

Experiencias traumáticas

Aunque no está totalmente relacionado con el estado físico de salud, las experiencias traumáticas en general como la agresión sexual o el ser sobreviviente de accidentes son causantes de problemas varios, incluyendo a este.

¿Cómo contrarrestar el impulso que genera la relación entre depresión y cama?

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Hay varias estrategias que pueden ayudarte a mejorar la manera en la que reaccionas al despertar y evitarte el mal rato de luchar contra los impulsos de no querer salir de la cama. Aunque muchas dependen de la causa del problema, hay algunas que te pueden funcionar por igual sin importar si el motivo de tu dificultad es un trastorno depresivo o cualquier otra razón y, entre ellas, se encuentran:

Planifica con anticipación tu despertar

Si sabes que en promedio tardas media o una hora más en lograr levantarte tras sonar la alarma, intenta ponerla más temprano, teniendo en cuenta este periodo de tiempo. Hacerlo te va a permitir evitar la sensación de culpa al sentir que está comenzando a hacerse tarde, lo que hará el despertar menos traumático.

Practica la autocompasión

Se amable contigo mismo y no olvides que este tipo de problemas son algo que se te sale de las manos para evitar cargarte de culpa y en vez de repetirte lo mal que está, intenta hablarte en tercera persona y motivarte a levantarte.

Ocúpate de tus sentimientos

La forma definitiva de terminar con el problema es atacando la causa que lo ha generado. Por ende, busca el apoyo necesario para contrarrestar tu problema emocional y así recuperar el control de tus mañanas.

Puede que al comienzo sea difícil, pero no lo olvides, ¡tus mañanas no tienen que ser un momento de tortura!