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La depresión y sueño: un síntoma simple pero peligroso

Quienes tienen o han tenido que vivir con depresión, saben que algo bastante peculiar que suele acompañar a este trastorno del estado de ánimo es el hecho de que, por costumbre, se presentan episodios donde tus ritmos y tiempos de sueño se ven bastante alterados por días o semanas.

Este síntoma es tan frecuente que se cree que es uno de los principales signos característicos para definir si alguien padece depresión. Pero, aunque a simple vista sea algo totalmente inofensivo, en realidad, de no ser atendido a tiempo, puede llegar a acarrear una larga lista de complicaciones.

Si has llegado a este tema es porque seguro te interesa saber más sobre la depresión y sueño. Por esta razón, a continuación, te explico algunos detalles relevantes, como qué tipo de cambios en el sueño causa la depresión, qué pasa si no controlas la situación y qué puedes hacer para lograrlo.

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Índice de contenidos📚:

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Relación entre depresión y somnolencia: ¿Qué cambios en el patrón de sueño se pueden generar por la depresión?

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Se estima que hasta un 70% de todas las personas que tienen depresión, ven como, de una u otra manera, su ritmo y patrón de sueño termina cambiando sin que parezca que puedan hacer algo para remediarlo.

Este problema tan frecuente, suele ser visto como algo normal, propio de la enfermedad de trastorno depresivo. Pero, aunque sea un elemento que para la mayoría ya es bastante frecuente, posee varios aspectos que es necesario analizar para comprenderlos del todo.

El primero de ellos, es el tipo de alteraciones que se pueden generar por la depresión, ya que, en realidad, existe más de una clase de problemas relacionados al patrón de descanso en esta categoría, un detalle que muchos siquiera tienen en cuenta.

Si padeces de depresión, tu sueño se puede llegar a alterar de dos formas bastante diferentes, o incluso opuestas, las cuales son las siguientes:

Hipersomnia

En algunos casos, debido a la depresión, las personas buscan un escape que los ayude a evadir los pensamientos negativos asociados al trastorno, para algunos, la respuesta se encuentra en practicar alguna actividad o centrarse en sus labores, pero, para otros, dicho descanso se encuentra en los sueños, por lo que empiezan a tomar la costumbre de dormir por depresión.

Estas personas, con el tiempo, desarrollan lo que se conoce como hipersomnia, o somnolencia excesiva, la cual se caracteriza por la presencia de un estado somnoliento constante, incluso durante el día o si has descansado la cantidad de horas necesarias.

Insomnio

En el caso contrario, encontramos el famoso insomnio, un trastorno de sueño que hace que te sea bastante complejo quedarte dormido, incluso si estás cansado o tienes ya muchas horas despierto.

El insomnio por depresión se genera por razones bastante similares a la hipersomnia, pero, en este caso, la presencia de pensamientos intrusivos propios de la depresión son los que impiden que logres descansar.

¿Qué pasa si no puedes controlar tu depresión y sueño?

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En las primeras etapas de la aparición de este síntoma, lo más probable es que el  trastorno de depresión y sueño no haga más que quitarte un poco de energía y hacerte querer descansar. Pero con el tiempo, este pequeño problema puede ir escalando hasta llegar a ser algo de lo que sí hay que preocuparse.

Si no prestas atención a las alteraciones de sueño, pueden llegar a aparecer cambios y problemas no precisamente asociados a la depresión, sino más ligados a otras dolencias, enfermedades y problemas. Si bien la cantidad y variedad de consecuencias depende de factores muy personales, para que tengas una idea, estos son algunas de las cosas que pueden pasar:

Disminuye tu rendimiento

Sea que no hayas logrado descansar, o que tengas sueño todo el día, si combinas por mucho tiempo depresión y somnolencia, vas a notar como tu rendimiento en cualquier aspecto se reduce hasta menos de la mitad.

Si estás muy cansado tu cerebro no funciona del todo bien, no procesas las ideas ni te mantienes alerta, algo bastante riesgoso en cuestiones de movilidad, destreza e incluso al estudiar.

Te vuelves menos sociable

Si no duermes bien y tu cerebro no funciona correctamente, una de las facultades que vas a perder es tu capacidad social, en este caso, es más probable que te aísles, lo que termina aumentando los demás síntomas de la depresión.

Puedes enfermarte más fácil

Existe una relación directa entre el descanso y el bienestar, si no logras dormir bien, tus defensas van a disminuir y, por consecuencia, tendrás más probabilidad de contraer algún virus y enfermarte.

Tienes más probabilidad de tener un accidente

Sin importar lo que haces, en todas partes hay riesgos de accidente que sueles evitar por estar totalmente consciente de ti mismo. Al no haber descansado correctamente, eres más propenso a cometer errores que podrían llevarte incluso a accidentes graves.

¿Qué puedes hacer para reducir el trastorno de depresión y sueño?

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Como habrás notado con lo dicho anteriormente, una vez que los problemas para dormir a causa de la depresión aparecen, lo mejor es hacer todo lo que esté en tus manos para evitar que se vuelva algo de costumbre, ya que solo de esta forma vas a reducir el riesgo de terminar desarrollando las diversas consecuencias.

El problema es que atacar únicamente este síntoma es prácticamente imposible, tanto en quienes presentan insomnio como en los casos de depresión e hipersomnia. Por ello, lo más aconsejable es que busques alternativas para reducir o incluso eliminar de tu vida la fuente, tu trastorno depresivo.

Para ello, hay varias alternativas muy recomendadas. Por ejemplo, puedes iniciar practicando el Reenfoque Esencial para romper tus paradigmas y permitirte visualizar tus emociones desde otra perspectiva.

Mientras lo haces, lo ideal es que te apoyes con otras herramientas, como, por ejemplo:

  • Apoyo emocional de parte de tus amigos, familiares y seres queridos
  • Prácticas de relajación a través del yoga o ejercicios de meditación
  • Técnicas de respiración para mantenerte relajado y lograr un mejor descanso

Si no lo logras a la primera, ¡no te rindas, seguro lo vas a conseguir!