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Fobia a los insectos: 3 maneras efectivas de eliminarla para siempre

Tener un poco de miedo a los insectos es algo bastante normal, al grado de que es casi seguro que, si no eres tú mismo, en tu entorno conozcas a alguien más que debe sobrellevar a diario este temor considerado como un elemento de supervivencia que se ha arraigado en el subconsciente.

Aunque se tome como algo básico, no debes confundir las cosas, ya que tener miedo y padecer de una verdadera fobia no es para nada lo mismo. La verdadera fobia a los insectos es un problema emocional que se toma como una enfermedad y que requiere ser tratado y eliminado.

Si no sabes bien de qué te estoy hablando, en este tema vas a lograr una mayor comprensión, ya que, a continuación, te estaré explicando algunas cosas sobre este trastorno tan particular, como las distintas maneras de llamarlo, qué lo genera, la manera de saber si lo tienes y cómo eliminarlo.

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Índice de contenidos📚

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¿Cómo puedes llamar al miedo a los insectos?

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Hablar sobre el miedo irracional que producen los insectos es algo bastante peculiar, ya que se trata de un trastorno de cierta forma diferente a la mayoría de los otros miedos irracionales, los cuales no están infundados en un temor colectivo y natural, sino que se basan en algo más independiente e incluso, en algunas situaciones, absurdo.

Pero por si esto fuera poco, hay otra cosa que hace del temor que producen los insectos un tipo especial de fobia, y es que, a diferencia del resto, esta no tiene 1 sino 2 denominaciones oficiales, consideradas ambas como totalmente válidas por los expertos.

La manera principal y quizá la más globalizada es la de insectofobia, un nombre bastante claro que no deja espacios a las dudas, razón por la cual suele ser la preferida por pacientes y por quienes gustan aprender sobre los miedos.

La segunda, que quizá no habías escuchado, es entomofobia, palabra que, como la mayoría, proviene de un origen griego y busca combinar el detonante del miedo, en este caso a los insectos, junto con la denominación de fobia.

¿Cómo nace la fobia a los insectos?

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Como te explicaba anteriormente, tener miedo simple y padecer de fobia no es lo mismo. Y es que, si analizas lo que es la entomofobia, te darás cuenta que esta consiste en la presencia de un temor mayor de lo habitual, que se ve acompañado por una larga lista de síntomas y de sensaciones ansiosas.

Al ser algo diferente, no es de extrañar que tenga un origen independiente al del padecimiento más frecuente, que se puede clasificar en algunas causas principales:

Traumas relacionados a insectos

Quizá, la razón más frecuente es la presencia de traumas que en la mayoría de los casos nacen en la infancia. Por ejemplo, si has sido picado por insectos peligrosos o has tenido un contacto doloroso con los mismos, es muy probable que empieces a padecer de insectofobia.

El entorno social y el mundo del entretenimiento

Siempre nos han dicho que los insectos son peligrosos y algo para evitar, frases que de por sí pueden detonar una fobia en alguien sensible. Pero, si a esto le sumamos la influencia de las películas en donde se han usado como monstruos, villanos y se han mostrado como algo desagradable, el resultado es una de las más grandes causas de fobia.

Observación

La tercera gran causa de la fobia a insectos es la observación, y se da ya sea cuando ves a alguien más experimentar situaciones negativas con insectos o cuando notas personas en tu entorno que son fóbicas y aprendes de ellos, como por ejemplo hermanos mayores o tus padres.

Ahora que entiendes qué es la entomofobia, te explico cómo detectarla

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Después de aprender cómo se llama la fobia a los insectos y por qué se da, la tercera de las grandes dudas a resolver es cómo identificarla, algo que se logra a través de los síntomas de una manera muy simple. Tan solo basta con saber más o menos cómo vive alguien al momento de experimentar este trastorno y hacer un recuento personal sobre qué tanto encajas en ello.

Si sientes que los síntomas te definen muy bien, es muy probable que realmente sí padezcas de una fobia que tiene que ver con insectos, por lo que solo bastará con buscar apoyo profesional que lo confirme. Entre los síntomas a tener en cuenta, se destacan las siguientes sensaciones que se experimentan al estar en contacto con insectos:

    • Temor profundo
    • Ansiedad
    • Sudoración en las manos
    • Temblores
    • Taquicardia
    • Pánico
    • Aumento del ritmo cardiaco
    • Nauseas
    • Vómito
    • Malestar general
    • Palpitaciones
    • Nerviosismo
    • Impulso de huida

¿Cómo eliminar la entomofobia?

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Si tu miedo a los insectos es tan profundo que encaja en la descripción de fobia, este último punto seguro es el que más te interesa, ya que, sin duda, vivir con un trastorno como este puede llegar a desgastar a cualquiera.

Como te mencioné al inicio, además de las técnicas tradicionales, hay 3 buenas opciones que puedes considerar como un tratamiento efectivo, y son las que te explicaré a continuación:

Reenfoque esencial

La primera y más recomendada es el proceso de Reenfoque Esencial, el cual resulta muy eficaz frente a cualquier fobia ya que se basa en la idea de que puedes analizar el trastorno y llegar a la raíz detonante, para desde allí lograr la meta de cambiar tus paradigmas y eliminar para siempre el problema.

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Exposición paulatina

Junto con el anterior, puedes aplicar un proceso de exposición paulatina, también bastante recomendado para las fobias ya que ayuda a que te veas obligado a enfrentar el miedo pero sin sentirte en riesgo, ya que el contacto está controlado y puedes detenerlo cuando quieras.

Informarte

Muchas veces, las fobias psicológicas como esta se eliminan de una forma simple, entendiendo al detonante, en este caso los insectos. Intenta aprender un poco sobre ellos y tener un mayor conocimiento sobre cuáles son peligrosos y cuál es su importante labor en el ambiente. Así, sabrás diferenciar entre especies y entenderás que en la mayoría de los casos no es necesario temer.

Ahora que sabes cómo se llama el miedo a los insectos y de qué forma saber si lo posees, te invito a trabajar en pro de tu mejora, ya que ¡nada es imposible si te esfuerzas en ello!