Ataque de pánico y ansiedad diferencia: curiosidades que seguramente desconocías
La ansiedad y los ataques de pánico son dos de los padecimientos más frecuentes en la actualidad. Se estima que una inmensa cantidad de personas ha sufrido alguna vez lo que se considera como una crisis de nervios y, lamentablemente, cada día que pasa la cifra total va en aumento.
Pero, aunque suelen ser confundidos debido a que presentan una sintomatología y efectos bastante similares y muy difíciles de distinguir, la realidad es que tener una crisis o ataque de ansiedad puede ser distinto a padecer un ataque de pánico.
Si crees haber sufrido alguno, es importante que entiendas sobre ataque de pánico y ansiedad diferencia, así, podrás reconocer qué estás padeciendo y comenzar a tratarlo como se debe. Para ello, en este tema explicaré a ciencia cierta si son o no lo mismo, cuáles son sus diferencias más relevantes y si necesitan tratamientos independientes.
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Aprende la verdad sobre si el ataque de pánico es lo mismo que ataque de ansiedad
Un error bastante común que comenten incluso algunos profesionales de la salud, es asegurar que padecer de ansiedad es exactamente lo mismo que tener un ataque de pánico, ya que, en general, los síntomas son sumamente parecidos y se ocasionan en momentos similares.
En general, ambos presentan efectos en la alteración del estado emocional y llevan al cerebro a un estado de alerta generalizada, en el que se crea una falsa señal de alarma que activa las respuestas de riesgo, haciendo que el cuerpo comience a reaccionar como si estuviera a punto de enfrentar un peligro inminente que te hace sentir sensación ya sea de huida o respuesta rápida.
Pero, a pesar de causar una reacción tan parecida en todo tu organismo, la realidad es que, aunque pueden estar relacionados, e incluso llegar a presentarse a la vez o turnarse uno con el otro (lo que no hace sino aumentar aún más la confusión) se ha demostrado mediante una larga lista de estudios científicos que padecer de ambos trastornos no es exactamente igual.
Contrastando con su enorme lista de parecidos, hay ciertos aspectos clave que los vuelven dos padecimientos totalmente distintos, los cuales, para la mayoría de nosotros, son bastante difíciles de reconocer, pero que, aun así, crean una brecha notoria entre ansiedad y pánico.
¿Cómo reconocer la diferencia entre crisis de ansiedad y ataque de pánico?
Como te expliqué en el punto anterior, a pesar de su enorme cantidad de parecidos, hay ciertos aspectos que marcan un punto clave e irrefutable cuando piensas en ataque de pánico y trastornos de ansiedad diferencia.
Reconocerlos, puede parecer un poco complicado si no tienes demasiada ayuda, por lo que, antes de que comiences a analizarlo demasiado, a continuación, te explico uno a uno los aspectos más relevantes que te pueden servir al momento de que tu o alguien más comience una crisis y no sepas qué tipo es.
El tiempo de duración
Si pensamos en las diferencias entre ambos, seguramente este punto puede resultar el más llamativo y del que más fácilmente te puedes apoyar cuando apenas estás empezando a identificar a la ansiedad y el ataque de pánico como dos problemas totalmente independientes.
Cuando tienes un ataque de pánico, el tiempo de duración promedio se encuentra desde unos pocos segundos, hasta algunos minutos, pero no más que eso. Es sumamente extraño tener un ataque de este tipo que siquiera se acerque a la hora de duración.
Por el contrario, la ansiedad, aunque se presenta muchas veces en crisis breves, en general es mucho más extensa, o sea que no se trata de un sentimiento momentáneo sino una emoción o sensación que persiste.
La intensidad
Al marcar una comparación entre ansiedad vs ataque de pánico, debes tener presente este aspecto, aunque, a comparación del anterior, no es tan marcado, sino que se considera como algo más subjetivo.
En general, la intensidad de un ataque de pánico es realmente alta, en él, sientes palpitaciones exageradamente aceleradas y falta de aire, lo que puede incluso llevarte a un temor absoluto de que puedes estar a punto de colapsar, lo que implica una sensación de riesgo inminente a la vida.
En la crisis de ansiedad, aunque la sensación es bastante similar, muchos quienes han experimentado ambas consideran que es más manejable y llevadera, comparando ambas de la manera en que el momento de pánico es una bomba de emociones que viene y va, en cambio, la ansiedad es una oleada constante, más suave pero más larga.
El motivo de aparición
Esta es una de las principales razones por la que muchos creen que ataque de pánico es lo mismo que ataque de ansiedad, pero, en realidad, es una de sus diferencias más marcadas, lo curioso es que solo puede ser reconocida por el mismo paciente.
Es que, aunque pueda aparentar que llega de repente, en muchos casos, la ansiedad está ligada a situaciones, emociones o incluso problemas de salud en concreto. Por lo que, quienes viven con trastorno de ansiedad, son conscientes de que, en ciertas circunstancias, es mucho más probable que se desarrolle una crisis.
Por el contrario, los ataques de pánico no están tan condicionados, sino que, lamentablemente, pueden ocurrir prácticamente en cualquier momento, incluso cuando no te lo esperas.
Ataque de pánico y ansiedad diferencia: ¿Pueden ser tratados de la misma manera?
Un aspecto que jamás se puede ignorar es la manera en la que debes reaccionar ante cualquiera de estas crisis. Es normal que, ante la nueva idea de que no se tratan de lo mismo, comience a aparecer la duda de si puedes lidiar con ellas por igual, lo cierto es que la respuesta a esta pregunta es un poco variada.
Y es que, dependiendo de lo que quieras alcanzar, hay opciones, como el Reenfoque Esencial, que funcionan a la perfección para tratar de raíz ambos padecimientos, y otras alternativas que, por el contrario, son más funcionales en uno u otro caso.
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Después de haber identificado la diferencia entre crisis de ansiedad y ataque de pánico, y reconocido cuál de ellos afecta tu vida, lo más recomendable es que, sin importar qué, comiences lo más pronto posible a darles un tratamiento, ya que, de no hacerlo, puedes terminar creando un problema mucho mayor, que afectará tu vida en diversos aspectos.
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