¿Qué son los pensamientos abstractos y cómo puedes identificarlos?
La mente humana funciona de manera bastante increíble, en ella, se llevan a cabo diversos procesos, incluyendo toda una inmensa variedad de tipos de pensamiento, entre los que se encuentra el de estilo abstracto.
Este se mantiene activo desde su desarrollo, aunque no seas del todo consciente de su existencia, pero, como sucede con todo proceso mental, para entender mejor cómo funciona tu cerebro, es conveniente tomarte el tiempo de aprender sobre él.
Por esta razón, a continuación, te explicaré algunos aspectos importantes sobre los pensamientos abstractos, incluyendo qué son, cuáles son sus distintas fases y cómo puedes ayudar a tu mente a desarrollarlos para obtener los beneficios que te brindan.
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Índice de contenidos📚:
- ¿Qué es el pensamiento abstracto?
- ¿En qué fases se desarrollan los pensamientos abstractos?
- ¿Cómo desarrollar tu mente abstracta?
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¿Qué es el pensamiento abstracto?
El pensamiento de tipo abstracto, también conocido con el nombre de pensamiento formal es una habilidad propia de la mente humana que se desarrolla durante el crecimiento, normalmente en algún punto entre la infancia y el inicio de la adolescencia.
Gracias a ella, consigues la capacidad de generar pensamientos independientes que se diferencian de la realidad concreta que nos muestra nuestro lado más lógico.
Su objetivo es darte la capacidad de crear escenarios y posibilidades diferentes a los que observas en el entorno, para así determinar aspectos como problemáticas, confusiones o cualquier elemento, para lograr crear hipótesis y teorías que te ayuden a planificar un plan de acción que te lleve a dar con la solución requerida.
Ejemplos de pensamiento abstracto
Para comprender mejor esta clase tan particular de pensamiento, lo más conveniente es realizar algunos ejemplos de pensamiento abstracto con los que puedes llevar la idea que para algunos puede parecer un poco confusa, a aspectos más realistas y que fácilmente puedes encontrar en tu entorno.
El primer y más simple ejemplo es el de la comparación entre alguien que ya ha desarrollado esta habilidad con la manera que tendría un niño pequeño de reaccionar ante la misma situación. En este caso, podemos utilizar cualquier situación cotidiana, como el hecho de que una bombilla no encienda.
Para un niño pequeño que solo mantiene activa la idea de realidad plena, simplemente el foco de luz no funciona, y no creará ideas o planteamientos ya que no es capaz de ver más allá de la realidad que observan sus ojos. En cambio, alguien que ya ha desarrollado su pensamiento de tipo abstracto, tendrá la capacidad de indagar si está mal conectado, se dañó, no recibe corriente eléctrica o cualquier otra razón.
Otro que se puede aplicar, es el de razonamiento deductivo, en el que analizas parámetros en distintos escenarios para llegar a una conclusión, por ejemplo, si ves que todos quienes te rodean tienen necesidad de comer y tú también la tienes, puedes deducir que todos los seres humanos requieren alimentarse para mantenerse vivos.
¿En qué fases se desarrollan los pensamientos abstractos?
Desarrollar una habilidad tan compleja como el pensamiento abstracto lleva bastante tiempo, por lo que tu mente comienza a prepararse para ello prácticamente desde tu nacimiento, aunque no es hasta aproximadamente los 10 u 11 años que se empieza a establecer propiamente dicha.
Antes de llegar a este punto, el avance cognitivo pasa por varias etapas o estados, que van cambiando según tu madurez mental. Entenderlos, ayuda a comprender cómo funciona el procesamiento de ideas y raciocinio, y en el caso de qué tengas niños, a analizar qué tan desarrollada tienen esta habilidad esencial.
Fase sensoria-motriz
La primera fase, comprendida desde el nacimiento hasta los 2 años de vida, es en la que el pensamiento y percepción del bebé solo está limitada a las ideas del yo y el ahora. En ella, solo es capaz de comprenderse a sí mismo como un ser y no tiene idea de percepción temporal real, por lo que no es capaz de analizar conceptos como el ayer o el mañana.
Fase preoperacional
Hasta los 7 años, los niños trabajan en el desarrollo de una habilidad más compleja donde nace el pensamiento simbólico, con el que aprenden a diferenciar hechos del momento con otros que ya han ocurrido en el pasado, mientras se entiende a sí mismo como un ser independiente y a los demás como individuos fuera de su “yo”.
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Fase de operaciones concretas
Antes de los 11 años, los pequeños ya son capaces de concretar operaciones más concretas, pero con el limitante de que deben tener un momento de manipulación o conocimiento previo para lograrlo, ya que aún no son capaces de analizar el espacio imaginario o abstracto.
Fase de operaciones formales
En esta última, es cuando ya está plenamente desarrollada la mente abstracta, y el niño tiene un mayor manejo de su entorno y la manera en la que procesa las ideas y planifica resultados. Pero hay que aclarar que este punto no se consolidará del todo hasta la llegada de la adultez, cuando ya haya logrado poner en práctica por bastante tiempo la habilidad de abstracción.
¿Cómo desarrollar tu mente abstracta?
Ahora que comprendes qué es el pensamiento abstracto, debes tener presente que, como te explicaba en el punto anterior, aunque lo desarrolles de manera natural, no vas a poder tener un dominio pleno del mismo hasta que lo hayas puesto en práctica por bastante tiempo.
Aunque se considera que esto se logra en la adultez, la realidad es que muchos en esta etapa de su vida no han logrado una consolidación completa, por lo que es necesario empezar a practicarlo. Para hacerlo, hay varias cosas que puedes intentar, entre las que se incluyen las siguientes:
Resolver problemas matemáticos
Existe una relación directa entre el pensamiento lógico y el abstracto, por lo que resolver problemas de matemáticas ayuda a reforzar ambos.
Resolver acertijos o adivinanzas
Este truco funciona exactamente como el anterior, ya que te ayuda a trabajar diversos espacios de tu cerebro, incluyendo el área donde se procesan los pensamientos abstractos.
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