Las mejores técnicas para desarrollar tus pensamientos divergentes
¿Alguna vez habías oído hablar del pensamiento divergente? Como sabes, existen distintos tipos de pensamiento, que se van desarrollando a lo largo de la vida, acompañándote a través de las etapas de crecimiento, para adaptar a tu mente a los nuevos retos a los que, como individuo, estás próximo a tener que experimentar.
Uno de ellos, se desarrolla aproximadamente en algún punto de la adolescencia, y debe trabajarse y ejercitarse para evitar el deterioro. De lograr mantenerlo, termina convirtiéndose en una importante herramienta que te ayuda a sobrellevar múltiples problemas a lo largo de la vida.
Si has entrado en este tema, es porque quieres aprender un poco sobre cómo desarrollar el pensamiento divergente.
Por ello, a continuación, te explicaré todo lo necesario para mantener viva esta importante herramienta de tu mente, incluyendo puntos como qué son los pensamientos divergentes, para qué te pueden servir, en qué se relaciona con los convergentes y cómo puedes ayudar a tu mente a mantenerlos para siempre. ¡Sigue leyendo para saber más!
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Índice de contenidos📚:
- ¿Qué es exactamente la mentalidad divergente?
- ¿En qué te pueden ayudar los pensamientos divergentes?
- ¿En qué se relaciona tu pensamiento convergente y divergente?
- ¿Cómo desarrollar el pensamiento divergente? Las mejores técnicas que te ayudarán a mejorar esta habilidad
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¿Qué es exactamente la mentalidad divergente?
También conocida como pensamiento lateral, este tipo de pensamiento es una habilidad que se desarrolla entre los 13 y los 15 años de edad. Se trata de un método de pensamiento en el cual tu cerebro se enfoca en la creación de ideas que destacan por su alta creatividad en ingenio, las cuales son perfectas para lidiar con situaciones concretas.
Es un proceso que se desarrolla de manera natural, y se expresa mediante impulsos rápidos y espontáneos, en el cual la mente crea, de manera racional y coherente, varias ideas que surgen en forma de hilo o cadena entrelazadas unas de otras, las cuales nacen mediante estímulos y no hechos en concreto.
¿Cómo funciona?
Para explicar de una manera más simple qué es el pensamiento divergente, podemos enfocarnos en su función. Esta clase de pensamientos, nacen después de cualquier tipo de estímulo, sea una pregunta, un comentario o incluso algo que has visto.
Este estímulo, crea un impulso en tu mente, el cual te ayuda a generar, en cuestión de segundos, o minutos, distintas ideas relacionadas a la situación en particular, y a decidir casi al instante cuál de tantas es la más efectiva.
¿En qué te pueden ayudar los pensamientos divergentes?
Muchas personas intentan aprender a ser divergente para aprovechar las ventajas que esta mentalidad trae a sus vidas. Es que, como te imaginarás, poder disponer de una habilidad como la antes mencionada, es una herramienta que puede sacarte de una enorme cantidad de problemas.
Entre las ventajas que te ofrece el mantener activa tu mentalidad divergente, se destaca el hecho de lograr, a través de ella, solventar distintos problemas tanto en el ámbito personal como laboral y académico.
Lograr tener varias ideas creativas y eficientes en periodos cortos de tiempo, ayuda a sobrellevar de una manera más activa toda clase de situaciones, evitar conflictos, solventar inconvenientes e, incluso, crear nuevas propuestas que ayuden no solo a tu ser interior, sino incluso a tu entorno.
Mantener activa esta habilidad es fundamental para ejercer y triunfar en algunas profesiones, además de para lograr un equilibrio completo en la inteligencia emocional, ya que también puede ayudar a aprender a reaccionar a los impulsos de una manera mucho más asertiva, evitando llevar situaciones hasta un punto elevado de estrés.
¿En qué se relaciona tu pensamiento convergente y divergente?
Para entender mejor este punto, primero debes tener en claro qué es el pensamiento convergente. Este tipo de pensamiento es el que más solemos utilizar, debido a que suele ser el que se trabaja desde la infancia, tanto en la vida familiar como académica.
En él, se hace uso de las vivencias, experiencias e instrucciones ya aprendidas, sea por mérito propio o mediante instrucciones. Es el pensamiento que aplicas, por ejemplo, para resolver un problema matemático en la escuela o incluso armar una nueva estantería que ha llegado en compañía de un manual.
Aunque, con esta explicación pueden parecer bastante opuestos, la verdad es que el pensamiento convergente y divergente suelen trabajar muy de la mano, ya que, entre ellos, no existe alguno que pueda considerarse superior.
¿Cómo funciona esta relación?
Cuando tu mente acude al pensamiento divergente, crea, como sabes, una serie de ideas, y elije la más acorde a la situación. Una vez ya la has asimilado y analizado, cambia de zona y pasa al mando del mencionado pensamiento convergente, donde se comienza a mandar instrucciones para efectuar la tarea que ya has aprendido mediante la técnica de los pensamientos divergentes.
¿Cómo desarrollar el pensamiento divergente? Las mejores técnicas que te ayudarán a mejorar esta habilidad
Aunque esta sea una habilidad que se desarrolla en la adolescencia, todas las personas que ya hayan superado esta etapa, pueden comenzar a trabajar en desarrollar su mentalidad divergente, sin importar si hasta la edad adulta nunca habían sido conscientes de su existencia.
Si quieres intentarlo, te alegrará saber que tienes a tu disposición distintas herramientas de las que te puedes apoyar para conseguir una mejora, enfocando tu mente en 4 objetivos que caracterizan a los pensamientos divergentes y que son la mejora de fluidez al crear ideas, el aumento en la flexibilidad de pensamientos, la originalidad y la elaboración de planes más realistas.
Entre los métodos que puedes poner en práctica, se destacan los siguientes:
Técnica Scamper
Esta técnica, también llamada lluvia de ideas, consiste en plantear un objetivo y concentrar la atención en un plan, el cual deberá superar una serie de filtros en los que se termina sustituyendo algunos elementos de la idea hasta lograr un pensamiento mucho más elaborado.
Funciona a modo de práctica, y con ella logras entrenar a tu cerebro para que lo comience a hacer cada vez más rápido e intuitivo, tal y como ocurre en el pensamiento divergente.
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Ejercicios de sinéctica
Otra opción es a través de ejercicios de sinéctica, en ellos, la intención es conseguir entrelazar o unir mediante pensamientos dos conceptos que no están para nada relacionados entre sí, para enseñar a la mente a pensar fuera de la caja y crear ideas de manera conectada.
Por ejemplo, puedes plantear preguntas como en qué se relacionan París y la muralla China.
Interesante, ¿verdad?
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