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Emociones y cerebro: Te sorprenderá lo conectadas que están

Sentir emociones provoca un gran cambio en nuestro cuerpo, un cambio físico y mental. El sentirse asustado, enojado, querido, alegre o sea cual sea la emoción, nos genera una alteración en nuestro organismo.

¿Te has preguntado alguna vez en qué parte de tu cuerpo se producen estas emociones?

Te sorprenderás al enterarte que emociones y cerebro tienen mucho que ver. ¡Sigue leyendo y verás lo interesante que resulta el tema! 🤯

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Índice de contenidos:📚

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¿Emociones en el cerebro? ¿Y eso?

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La pasada fugaz de pensamientos por nuestra cabeza demuestra el enorme trabajo que lleva a cabo nuestro cerebro cuando sentimos una emoción, realizando una interpretación del contexto, provocando cambios en nuestro cuerpo, y también modificando nuestro sentir y nuestra reacción.

Con el paso de los años, de la historia, expertos en filosofía, psicología y neurociencia realizaron distintos estudios exhaustivos para encontrar la respuesta a la gran pregunta de cómo se crean las emociones.

En el mundo de la psicología, se solía pensar que las emociones tienen una dependencia directa de cómo reacciona el cuerpo frente a una situación. Por ejemplo, si escuchamos la frenada inesperada de un coche al cruzar la calle y comenzamos a sudar, es señal que sentimos miedo.

Más allá de esto, algunos sostenían que esta explicación escapaba de toda lógica: no sentimos miedo porque sudemos, más bien sudamos porque sentimos temor. Estos expertos en psicología pensaban que los acontecimientos externos eran los que generaban cambios, tanto mentales como físicos, por ello, comenzaron a plantearse la posibilidad de que las emociones eran manejadas por algún sector particular del cerebro. ¡Así es!, el cerebro y las emociones vinculadas.

Luego, los psicólogos comenzaron a agregar a sus estudios la interpretación personal, tomando los análisis anteriores sobre la respuesta física y mirando especialmente cómo las ideas personales que nos vienen a la mente actúan también en nuestra experiencia con las emociones.

Todas estas conclusiones llevaron a modelos cognitivos respecto a lo emotivo, que brindan un panorama mucho más detallado de cómo nuestras vivencias y manera de pensar inciden en nuestras reacciones emocionales.

Cerebro y emociones: ¿Cómo se procesan?

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Más allá de que son muchas las posturas sobre qué es lo que generan las emociones, y si se viven de forma distinta teniendo en cuenta las diferentes personalidades y creencias, lo que sí puede informarse con aval científico, es qué partes del cerebro se activan mientras se lleva a cabo este proceso.

Profesionales en neurociencia comprobaron que las emociones llegan del sistema límbico, aquí están incluidas el hipotálamo, la amígdala, el hipocampo, gran cantidad de neurotransmisores y otras tantas redes. Estas zonas del cerebro tienen un papel diferente respecto a los tipos de emociones y lleva a que se manifieste la conducta acertada para el accionar físico correspondiente.

Emociones y cerebro: ¿Pueden controlarse?

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En el momento que llegan a nuestro cerebro señales de lo que está sucediendo en nuestro entorno, hace uso del sistema límbico como base para llevar luego nuestro comportamiento, nuestra manifestación emocional.

Entonces, aunque sea agradable pensar que tenemos control sobre lo que pasa por nuestra mente y la posterior reacción ante esto, suele suceder que, en ciertas oportunidades, son las propias emociones las que nos controlan.

Las emociones en el cerebro tienen un objetivo, ¿sabes cuál es?, pues bien, nuestras emociones son la mejor manera que tiene la actividad cerebral de dar sentido a nuestras vivencias. El cerebro se encarga de recibir todo lo que nos sucede para hacer una interpretación de esa experiencia y responde guiando una respuesta emocional, la que considera apropiada.

Y más allá de que esto pueda verse como una reacción instintiva, lo realmente sorprendente es que, si podemos procesarlo con cierto grado de control, esto hará que, obviamente, podamos controlar también nuestro comportamiento.

Si contamos con el conocimiento necesario sobre cómo influyen nuestros pensamientos en la formación de distintas emociones, podemos hacer el intento de modificar nuestra manera de reaccionar ante ciertas situaciones, para procesarlo de una forma más optimista, realizar un entrenamiento a nuestra mente a que tenga una respuesta diferente a los habituales estímulos que provocan el estrés y, de esta manera, mejorar nuestro bienestar emocional.

¿Qué parte del cerebro controla las emociones?

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Las emociones son respuestas físicas y psicológicas que manifiestan maneras de sobrellevar diversos estímulos en el momento que percibimos algo, ya sea un objeto, un individuo, una situación, un recuerdo o un sitio.

Los expertos en la materia, afirman que las emociones tienen tres funciones principales y de gran importancia: social, adaptativa y motivacional. Por otro lado, las emociones primarias, es decir, las que se presentan con más frecuencia, son: el enojo, el miedo, la alegría, el asco y la tristeza. Es sumamente interesante saber cuál es la parte del cerebro que controla las emociones.

 

Sistema límbico: la parte del cerebro que controla las emociones

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Más allá de que podamos realizar ciertas acciones cuando sentimos una emoción, la realidad es que el cerebro es el único órgano encargado de controlarlas, él es quien tiene el poder. Pero no toda la morfología del cerebro, sino una parte particular, una zona llamada sistema límbico.

Se trata de un sector conformado por cuatro estructuras, las cuales son vitales para las reacciones emocionales, la memoria y el conocimiento.

Entonces, es el sistema límbico la parte del cerebro que controla las emociones. Y las estructuras que lo conforman, son las siguientes:

Amígdala

Es la estructura más importante del sistema límbico, aquí se guardan y trabajan las emociones que se caracterizan por tener poca o ninguna racionalidad. Tiene una reacción de protección frente a emociones negativas, como lo son la ira, el temor y la tristeza, manteniendo su equilibrio y resguardándonos de ellas.

Hipocampo

Su función es primordial para mantener los recuerdos. También influye en la manera en la que interpretamos las dimensiones de espacio de lo que nos rodea.

Hipotálamo

Aparte de cumplir su función en las respuestas emocionales, forma parte de funciones endocrinas, como lo es el control de la temperatura del cuerpo y la liberación de distintas hormonas.

Corteza límbica

Esta zona del cerebro cuenta con dos estructuras llamadas circunvolución del cíngulo y circunvolución parahipocamal. Entre las dos, influyen en la motivación, lo racional y los distintos estados de ánimo.

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